Publicado 2021-10-05
Los juegos que tienen un mundo abierto están medio como que obligados a tener uno de dos problemas: o tenés la misma dificultad base en todo el juego o corrés el riesgo de que el jugador se encuentre en situaciones en las que técnicamente todavía no debería poder ganar. La sensación de que el juego se vuelve más fácil a medida de que jugás no es muy buena, pero tampoco es tanto mejor la sensación de perder cada vez que intentás ir por un camino que el juego no pensó que tomarías.
Me gusta como Shadow of Chernobyl evita un poco esos problemas: agarra un mundo líneal y lo estira un poco para los costados. Esto resulta en que núnca corrés el riesgo de encontrarte en la base Mariposa del Fallout de la nada y que te caguen a tiros, pero tampoco núnca te sentís rail-roded, tenés espacio horizontal para moverte y el juego tiene espacio vertical para graduarte la dificultad.
Te hace sentir que siempre explorás y avanzas a tu velocidad por el camino que elegís vos, como si fuera un mundo abierto—pero al mismo tiempo el juego no pierde control sobre la historia, puede tener una narrativa en un mundo que parece abierto sin complicarselá.
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